Este es un video hecho por estudiantes argentinos de la carrera de periodismo, narrando el asesinato de 2 jóvenes por las fuerzas represivas policiales con el poema de Roque Dalton "Los policías y los guardias", un video y un poema que parte el alma y demuestra lo trascendente que ha sido y que sigue siendo nuestro camarada, nuestro auténtico comandante ROQUE DALTON GARCÍA.
Roque Dalton - Los policías y los guardias
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En el poema "Los policías y los guardias", Roque Dalton (El Salvador, 1933-1975) expuso la actitud servil de los hombres que forman las fuerzas policiales. Los violentos asesinatos del Puente Pueyrredón, Argentina, demostraron cómo los medios masivos de comunicación funcionan como guardianes y encubridores del poder represivo del Estado.
MASCARO CINE AMERICANO año 2002
Los Policías y Los Guardias.
Por: Roque Dalton
Siempre vieron al pueblo
como un monton de espaldas que corrían para allá
como un campo para dejar caer con odio los garrotes.
Siempre vieron al pueblo como el ojo de afinar la puntería
y entre el pueblo y el ojo
la mira de la pistola o la del fusil.
(Un día ellos también fueron pueblo
pero con la excusa del hambre y del desempleo
aceptaron un arma
un garrote y un sueldo mensual
para defender a los hambreados y a los desempleadores.)
Siempre vieron al pueblo aguantando
sudando
vociferando
levantando carteles
levantando los puños
y cuando más diciéndoles:
"Chuchos hijos de puta el día les va a llegar".
( Y cada día que pasaba
ellos creían que habían hecho el gran negocio
al traicionar al pueblo del que nacieron :
"El pueblo es un montón de débiles y pendejos --pensaban--
qué bien hicimos al pasarnos del lado de los vivos y de los fuertes").
Y entonces era de apretar el gatillo
y las balas iban de la orilla de los policías y los guardias
contra la orilla del pueblo
así iban siempre
de allá para acá
y el pueblo caía desangrándose
semana tras semana año tras año
quebrantado de huesos
lloraba por los ojos de las mujeres y los niños
huía de espanto
dejaba de ser pueblo para ser tropel en guinda
desaparecía en forma de cada quién que se salvó para su casa
y luego nada más
soló los bomberos lavaban la sangre de las calles.
(Los coroneles los acababan de convencer:
"Eso muchachos -- les decían --
duro y a la cabeza con los civiles
fuego con el populacho
ustedes también son pilares uniformados de la Nación
sacerdotes de primera fila
en el culto a la bandera el escudo el himno los próceres
la democracia representativa el partido oficial y el mundo libre
cuyos scrificios no olvidará la gente decente de este país
aunque por hoy no les podamos subir el sueldo
como desde luego es nuestro deseo".)
Siempre vieron al pueblo
crispado en el cuarto de las torturas
colgado
apaleado
fracturado
tumefacto
asfixiado
violado
pinchado con agujas en los oídos y los ojos
electrificado
ahogado en orines y mierda
escupido
arrastrado
echando espumitas de humo sus últimos restos
en el infierno de la cal viva.
(Cuando resultó muerto el décimo Guardia Nacional. Muerto por el pueblo
y el quinto cuilio bien despeinado por la guerrilla urbana
los cuilios y los Guardias Nacionales comenzaron a pensar
sobre todo porque los coroneles ya cambiaron de tono
y hoy de cada fracaso le echan la culpa
a "los elementos de tropa tan muelas que tenemos".)
El hecho es que los policías y los guardias
siempre vieron al pueblo de allá para áca
y las balas sólo caminanba de allá para acá.
Que lo piensen mucho
que ellos mismos decidan si es demasiado tarde
para buscar la orilla del pueblo
y disparar desde allí
codo a codo junto a nosotros.
Que lo piensen mucho
pero entre tanto
que no se muestren sorprendidos
ni mucho menos pongan cara de ofendidos
hoy que ya algunas balas
comienzan a llegarles desde este lado
donde sigue estando el mismo pueblo de siempre
sólo que a estas alturas ya viene de pecho
y trae cada vez más fusiles.
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